Han quitado la farmacia de la esquina. Otro local más que sucumbe a la marea globalizadora del barrio, un fenómeno social que envuelve las ciudades, les roba su esencia y las convierte en sucursales, franquicias de ciudad.
La señora estaba fabricando astillas de los cajones, hacia su trabajo mientras actuaba de niñera y de abuela a la vez. El niño correteaba alrededor. Cuando yo iba de camino a la peluquería tras haber dejado las zapatillas en el señor que arregla cinturones, paraguas y zapatos en la esquina del parque. Negocios que van desapareciendo poco a poco, sin dejar historia, de manera anónima dejan su espacio para ser ocupados por negocios impersonales. Tiendas de autoservicio 24 horas en la mayoría de los casos.
Hable con la señora para rescatar un cajón. Ahora tengo dos cajones que huelen a medicina tradicional en la mesa del salón haciendo de biblioteca. Un adorno señorial, recogido, salvado de la calle.
Mientras esperaba al señor que me arreglaba las zapatillas fui al peluquero. 25 rmb sin lavar. Un local por el cual he pasado infinidad de veces y siempre con la curiosididad de entrar a probar. Probé y disfrute. Quede en volver a vernos en un mes.
No aceptan pago con el móvil. Tuve que enviar el dinero a un señor que había allí y él pagar al peluquero. La señora que atiende a los clientes femeninos comía sentada a mi lado durante el proceso. Hablan shanghanita y no entendí nada.
Tras el corte de pelo a comer, en un restaurante de barrio, frecuentado por personas mayores, (sí van los viejos es porque es bueno y es barato), sí estas en carretera para a comer donde veas camioneros (la comida es buena y barata), aunque la diferencia entre los viejos y los camioneros es que los primeros buscan las putas fuera de los restaurantes de carretera.
En este restaurante las mesas se comparten, son de cuatro, como somos dos, casi siempre se comparte la mesa y algunas veces la comida con algún desconocido. Si tu acompañante es joven estará mirando la pantalla del móvil o con los cascos pero si tienes suerte como nosotros tuvimos compartes no solo mesa con personas mayores sino que también compartes los platos.
Esta muy limpio, los camareros con la chaqueta limpia y planchada, los cubiertos bien colocados, el suelo no es pegajoso. Me gusta el sitio.
Una vez había terminado de comer pasé por el puesto del zapatero a recoger las zapatillas, las playeras remendadas en la puntera y las clanchas en un lateral. 25 rmb.
Tuve que ir a casa a por dinero en efectivo y volver en bicicleta a pagar al señor que no acepta el pago con el móvil.
Por qué no llevaba dinero, porque el plan original era ir a correr. El plan cambia, se adapta.
Para acabar esta semana un ataque cibernético. Esta web ha sido atacada por un virus (ya solucionado) que impedía entrar en algunas secciones, un anunció de una casa de apuestas que durante el mundial se esta haciendo famoso en China. Atacando a páginas web. Menuda promoción se están marcando los hijos de puta.