Esta semana en Yuhuan, una ciudad en la costa china perteneciente a la provincia de Zhejiang. Cuatro horas desde Shanghai a Wenling en el tren que va camino de Shenzhen, una hora de autobús y un taxi para llegar a casa de Milly.
Cinco días para recorrer la zona y compartir esta semana de cumpleaños. La primera noche cena hotpot después de la visita al mercado y hoy día 8 visita al pueblo, a los abuelos, a recoger fruta con ellos compartir una maravillosa tarde viendo tumbas de la Dinastía Qing que aún son utilizadas. A estos lares no llega la prohibición que entro en vigor hace un año en las grandes ciudades chinas de por obligatoriedad ser incinerado y pueden realizar los entierros de manera tradicional, la que coloca el cuerpo bajo tierra y permite la reencarnación.
Postres de arroz, fruta fresca recién recogida y dos huevos calientes de la gallina a la sartén.
Recuerdo la anécdota del que se fue a trabajar a la ciudad, para ganar dinero, se compro una casa, trabajo más y logro tener una segunda casa, en las afueras, en el pueblo.