A partir del próximo uno de enero se establece el ¨Crédito Social¨. Una puntuación para ciudadanos chinos en fase experimental que se pretende este operativa para 2020.
No pagar en el metro, cruzar la calle por un lugar indebido, hacer compras comprometidas en internet o retrasos en los pagos de los alquileres o infrirgir las normas de planificación familiar restara puntos.
Con todos estos datos recogidos sobre las conductas de los ciudadanos calcular una calificación por ciudadano que se usaría para toda clase de actividades, desde obtener un crédito, acceder a un hotel de lujo o un tratamiento acelerado en las oficinas de gobierno.
La tarea refuerza la campaña del presidente Xi Jinping para acrecentar su control del país y dictar normas de moralidad en un momento en que la incertidumbre económica amenaza con socavar el Partido Comunista. Estas medidas se iniciaron en octubre para fomentar la innovación en “gobierno social” que “realzaría la capacidad para pronosticar y prevenir toda clase de riesgos”.
La fuerza detrás del sistema de crédito social es el Consejo de Estado, el gabinete chino, y la agencia de planificación estatal. Un documento que el Consejo de Estado publicó en 2014 dijo que el objetivo del sistema era “establecer sinceridad” en la actividad económica, social y política. Enfatizó la necesidad de contar con un gobierno equitativo y limpio para castigar a las fábricas que contaminan y quienes aceptan sobornos.
Propaganda para controlar más si cabe a la población.
Quién llevara el control de todo esto? quién esta detrás? Ant Financial Services, una subsidiaria del coloso de comercio electrónico Alibaba.
Un gran ojo. Gran hermano que ya predijo Orwell.