Ji Shan Island a vistazos

Yuhuan es una isla y la isla de La Gallina un islote a donde se llega en un ferry tras pagar seis rmb, algo menos de un euro, y un trayecto de unos veinte minutos. Un lugar de amarre para barcos pesqueros que en esta época del año espera salir a faenar dentro de unos meses. En esta época las mujeres cosen las redes y muchas de las casas están cerradas, sus habitantes están en la ciudad, en la isla grande.

La isla de la Gallina es su traducción. Me encanta pasear sin rumbo y sin ruta, perderme por los callejones, entrar por uno y salir porque  no hay salida. Ni una tienda de souvenirs, tiendas locales con productos manufacturados de ultima estancia, nada que no sea tabaco, papel higiénico, vino barato, comida enlatada o noodles. Las verduras y fruta llegan en otro ferry distinto al nuestro directo al mercado. He vuelto a cometer el error repetido tantas y tantas veces, una y otra vez, me compro una galleta y sabe a cerrado, a empaquetado, a plástico. En estos lugares hay muy pocos niños, las galletas no se venden y se almacenan en las estanterías por largo tiempo. Yo soy su salvador.

Nosotros hemos llegado con lluvia, visitando y haciendo escala en cada uno del puestos callejeros, probando la gastronomía local, vegetales y productos del mar servidos entre risas al posiblemente el primer extranjero que pisa esas tierras, islas.

Esta mañana, en la ciudad, un obrero posiblemente de provincia interior, de etnia Han, manipulado por la televisión y falto de adiestramiento cultural ha hecho gala de la mayor de las incorrecciones. He comprobado en primera mano lo que es ser recibido con hostilidad, con desprecio y racismo. No es muy común esta situación en China, pero hoy lo he notado. Estaba en la calle esperando a las chicas cuando con un acento despreciativo el señor me ha señalado y mediogritado, «xinjiang», la provincia del oeste de china, temida por los Han, temida por ignorancia. Mi aspecto físico me delata en estas tierras, tengo nariz y piel oscura, parezco xingjianes, turcomano. En ese momento no era turista.

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