Existe un libro titulado ¨como cagar en el campo¨. Lo tengo en Madrid. Lectura entretenida y amena donde se exponen bajo ese título las maneras más sencillas de vivir al aire libre. De como conseguir abastecimiento, de como recoger los desperdicios que se generan y como en todo caso evitar dejar huella de nuestras necesidades fisiológicas si hacemos una salida al monte.
Basta excavar un poco o levantar una piedra, usar el hueco como receptáculo y arrojar el papel dentro. Después volver a colocar la piedra. No usar toallitas de celulosa en ninguno de los casos. Fácil.
Pocas personas lo llevan a cabo. Podría decirse que igual que sucede en la tauromaquia, quien más quiere a los toros son los toreros, quienes más quieren al monte son quienes van a visitarlo. Pero no es posible.
El pasado jueves, asistí a una interesante charla en el día de la celebración de World Toilet Day. El título lleva a desengaño. No se refiere en ningún caso a que todas las personas del planeta tengan una taza de water con un chorrito de agua enfocando al ano y lo limpie. No se refiere a que todo el mundo tenga papel.
No se refiere a las personas que quienes cagan en el campo.
En este planeta donde la vida rural desaparece y la población se concentra en bastas extensiones de edificios se hace muy importante el tratamiento de las aguas fecales en la prevención, florecimiento y expansión de enfermedades. La distancia entre los acuíferos y los vertederos de agua. Aquí en donde se concentran los proyectos de personas e instituciones.
La guerra del agua será si cabe mayor en el futuro que la actual lucha por el petróleo. El nuevo orden social. Donde no esperar que las empresas ofrezcan sus productos gratis sino donde no haya necesidad de esas empresas.
En Reus. Una señora de ochenta años falleció el pasado 14 de noviembre a causa de un incendio. Dicen que no tenía calefacción. Aquel día la temperatura fue de 17 grados máxima y 7 mínima. Difícil de entender en esas circunstancias como se puede alcanzar hipotermia. No explican en ningún momento otras de las posibles y mayores causas. La depresión sobrevenida de la edad adulta. La soledad.
Como sabéis no leo prensa pero en esta ocasión este caso ha salpicado las páginas en la red de donde yo obtengo información y por ello me hago eco del caso. No es mi forma de proceder. Pero me sorprende sobremanera la manera sensacionalista de sobrellevar el caso.
No se trata de que te lo den gratis. Son una empresa. Se trata de no tener la necesidad de ello y de no consumir los productos que nos ofrecen para cubrir necesidades que nos han creado.
Se me ocurren en este momento muchas maneras de combatir el frío y algunas para combatir la soledad. Otras tantas para destruir a esas empresas.
Empresas que comercializan el agua. En Madrid desaparecieron las fuentes de agua pública cuando se comenzó a comercializar el agua. La luz solar. Dentro de poco el viento. La luz eléctrica no tiene cabida en esta categorización de productos.
Son los gobiernos (manejados por multinacionales) y sus estúpidas, asquerosas y avariciosas pretensiones quienes generan la necesidad. En China, en Shanghai, amanece a las cinco. Existe junto a mi casa un mercado de verduras, en el parque – el cual que ya he comentado en alguna otra ocasión-. Un mercado donde solo acude gente mayor. Personas que han vivido bajo la luz solar al comienzo de sus vidas. Personas que se levantan con el sol y se acuestan temprano. Tan solo demandan luz eléctrica unas pocas horas. Qué hay de aquellos que se despiertan sobre las once, viven cinco horas de luz solar al día y otras 9 horas al abrigo de una bombilla.
Traigo a colación un caso personal que conocí en China. En la provincia de Sichuan. Una señora mayor me decía que sus tierras junto al Yangtze fueron expropiadas por la construcción de una presa. Allí donde vivía tenía agua, para beber y para regar sus cultivos. Le dieron cuatro monedas y un piso en la ciudad. Ahora paga por el agua para beber y no tiene donde cultivar.
Incluso para coger setas ahora hay que pagar un permiso.
Todo se compra. Todo se vende. Y, tú, cuánto cuestas?
Durante la charla hubo una interesante demostración entre el retrete occidental y lo que se conoce como letrina. Más sano e higiénico este último respecto al cuerpo humano.
El alcantarillado para prevenir el cólera. Como con la utilización, mezcla de la ceniza y los excrementos sólidos crear abono para los cultivos. Interesante e impracticable en la ciudad.