Surgió la idea de rodar un fin de semana, sin prisa, para echar unas risas. Tanto para una noche como para un mes de ruta el material es el mismo, bicicleta, saco y esterilla. El problema es cuando no todos los integrantes tienen bicicletas, sacos o esterilla como yo, entonces hay que apañar y adaptarse, pedir prestado, ademas de procurar unos cuantos tornillos, ajustes y bridas antes de salir de ruta. Estrenaba las nuevas alforjas.

Una vez estaba todo preparado, nos tiramos al monte, mejor dicho a la vega. Desde Aldeanueva, inicio de la ruta a Valdegrudas, para tras visitar el nacimiento del río Matayeguas, llegar a Torija sin tocar asfalto.

Visita al centro de Interpretación en el interior del castillo y camino a Trijueque, mirador de la Alcarria al otro lado de la general, la carretera que une Madrid y Barcelona, sumada a la vía del AVE tanto para ir como al volver.

Llegada a Fuentes de la Alcarria, visita a los olmos milenarios y dormir en la portico de la iglesia. Un vecino nos agasajo con una botella de vino, cosecha casera, con pan e higos secos fue la cena.

Por la mañana descenso del valle del Río Ungría, desde Fuentes de la Alcarria, Valdesaz, Caspueñas hasta Lupiana, camino de tierra roja en algunos tramos, transitable.

Al cambiar de vega, empeora el pavimento, grava y polvo para llegar a Centenera, seguir la vega y la cuesta para pasar de 809 m a los 951 m para llegar al destino, de nuevo Aldeanueva.

Lo máximo de tiempo rodar fuera del asfalto, ha habido tramos trialeros, tramos de tierra roja, tramos andando cruzando fincas, tramos de grava y poco alquitrán.