Aprovechando la semana festiva en China (Dia Nacional del 1 al 7 de octubre) preparamos una ruta de cuatro días en cinco minutos.
El pasado domingo encontré a Mateo, un chico italiano que estudia Medicina China en Pekín, estaba con Rob y Chuwaka (Chuwei). Los 4 decidimos salir desde Pekín hacia las montañas del norte a disfrutar de la naturaleza, carreteras pequeñas sin apenas tráfico, la acampada y el baño en el río.
Una salida de fin de semana no se puede catalogar como viaje en duración pero creo que podría serlo como equipamiento. En cuanto a cosas que llevar es lo mismo salir cuatro días que durante meses. El material de camping, la cocina, la ropa, el aseo, los repuestos, las herramientas, cuando uno se da cuenta tiene mas de 15 kilos en las alforjas y todo eso sin contar la comida y el agua.
Partimos a las 6:30 de la mañana, no obstante los días empiezan a ser cortos y hay que buscar donde acampar antes de las cinco. El primer día nos paro la lluvia, decidimos entonces cambiar el objetivo, no cerca del río sino un cobijo apareció, una antigua y abandonada estación de teleférico. Por ese entonces ya nos habíamos desviado de la ruta que habíamos planeado. Cosas del azar.
En principio íbamos hacia Chengde, ciudad de templos y muy turista. En la semana oficial de no trabajar en China, acercarse a esos lugares es realmente horrible. Iríamos a visitar reservas naturales rodando unos 200 kms hacia el norte y volver trazando un círculo. Y así ha sido.
Visitamos Miyun, ciudad nueva, muy verde con ríos en la orilla de la carretera, para desviarnos por carreteras pequeñas que serpenteando recorren las montañas. Mucho desnivel y muchos túneles que ayudan pero asustan porque no están iluminados y en muchas ocasiones ciertamente peligrosos. Para evitar que esos túneles se llenen de agua con las lluvias y drenen mejor, a los amables operarios no se les ocurre mejor idea que quitar las tapas de las alcantarillas. Entrar es jugar a la ruleta rusa.
En dos de esos túneles he tenido verdadera mala suerte esta vez. En uno de ellos con una subida se salió la cadena en mitad del recorrido. en otro , después de un bache se soltó la botella de agua de litro y medio que va sujeta en el cuadro de la bicicleta por la parte de abajo. Dos momentos de estrés bicicletero.
La segunda noche, la acampada mejoro notablemente, hubo baño en el río y fuego. Aunque este costo encenderlo con las ramas tan húmedas.
La tercera noche el fuego mejoro y hubo patatas asadas para cenar. Una delicia. un manjar de pobre que sabe a rey.
4 días, unos 300 kms. Cuando estábamos entrando en Pekín , Rob que dice : ¨el próximo fin de semana podemos ir a Cuandixia¨. Mateo y yo nos miramos, empapados, nos subimos la visera del chubasquero para ver un poco mejor y no contestamos. Al separarnos hemos quedado para cenar el martes y preparar esa salida el próximo finde….
19:30 h .En casa escuchando la lavadora!