Estoy perdido. No se donde se encuentra el puesto mas cercano de asistencia sanitaria, un teléfono para pedir ayuda. Las existencias de agua y comida se agotan.
Una expresión anglosajona que conlleva soledad, aislamiento, tal vez en el alto de una montaña donde la altitud y su asimilación hacen que el cuerpo se coma a si mismo. O en medio del océano. En una montaña tibetana o bajo la lluvia en la estepa mongola.
Hace dos días escuche decir esa expresión a una señora sentada en un cafe, teléfono en mano.
Maneras distintas de percibir la realidad.
Dicen que había un pescador dormitando bajo un árbol cuando se le acerco un turista estadounidense, – que hace caballero? El señor desacostumbrado que los que viajan con la cámara en la mano inicien conversación respondió, – echar una siesta antes de recoger las redes.
El turista pregunto, pero cuantas horas trabaja usted? – 3. Respondió. Sorprendido el turista masculló ¨solo 3¨, pero y que hace con el tiempo libre?, – el pescador dando por perdida su batalla contra la siesta objeto, – me levanto tarde, desayuno con la familia, preparo la barca, como con mi mujer, echo la siesta, salgo a pescar, vuelvo para cenar en familia, juego a las cartas con mis amigos y siempre ayudo a mis nietos con las tareas de la escuela.
El turista decidido aseguro, – pero hombre!, si trabajara más podría tener un barco más grande, pescar mas horas, vender más en el mercado, quizás hasta vender en Estados Unidos, tener una gran compañía y vender acciones.
El pescador abrumado, – enarco las cejas – para qué? ,
Pues para tener más dinero. – para qué?
Pues para cuando usted sea viejo poder levantarse tarde, desayunar con la familia, comer con su mujer, echar la siesta, salir a pescar, cenar con la familia y jugar a las cartas con sus amigos. Sus nietos estudiaran en la gran ciudad!