La tradición china dice que si comes dongzhi, las bolas cocidas de arroz glutinoso rellenas de sesamo, no se te caerán las orejas por congelación. Debes comerlas durante el solsticio de invierno, en torno al 21 de diciembre.
Tradiciones que se repiten a lo largo del mundo y del planeta, en diferentes culturas y recibiendo diferentes nombres. El origen de estas celebraciones se pierden en el tiempo y toman como base el solsticio de invierno, cuando los días empiezan a ganarle terreno a la noche.
La naturaleza da por iniciado el tiempo de procreación y las especies animales dan comienzo a sus ritos de perpetuación de la vida. La mayoría de los animales tiene como media un período de gestación de cuatro meses. De este modo los nuevos miembros de las manadas llegan al mundo en abril, cuando el pasto es verde y hay alimento para todos.
Entre el 20 y 27 de diciembre los romanos celebraban las Saturnales en honor a Saturno, Dios de la Agricultura. Eran días de fiesta de comidas copiosas y de celebración.
Cada religión tiene un nombre para la celebración. A lo largo y ancho del planeta y en diferentes lugares una misma celebración recibe diferentes nomenclaturas.
En el siglo V la Iglesia católica se suma a la festividad popular instaurando La Natividad.
Para los cristianos es fecha de celebración, aunque como diversos estudios demuestran es un error tomarlo en serio. El sistema lo instaló Dionisio, más cuando la Iglesia fue consciente del error de fechas ya era demasiado tarde. Era mejor dejarlo como estaba. Como dato inexacto. Nunca hubo un año cero porque ni los romanos ni los griegos contienen el cero en numeración.
Los considerados asimismo verdaderos cristianos, descendiente de Jehova, no lo celebran por ser una festividad de origen pagano.
En todo caso hay que celebrarlo. Si es una fiesta pagana lo celebro. Puestos a celebrar porque no hacerlo sin infringir daño a ningún animal ni a la tierra ni al Dios Saturno para que la cosecha del año que viene sea mayor si cabe que la de este año. No queremos todos que los resultados del próximo año sean mejores, pues no nos comamos el Arca de Noe.
Podríamos aquí tratar de abordar el especismo, pero no es el día. Hoy celebramos el solsticio de invierno.
Vamos a celebrarlo de manera consciente, sin estrujar más los recursos naturales, sin apoyar el enriquecimiento de la industria agroalimentaria, sin esponsorizar los caladeros, criaderos y laboratorios.
De manera vegana por motivos de salud, éticos y morales. Feliz solsticio de invierno. Solsticio vegano.