Un pueblo alcarreño deshabitado en el siglo XVI debido a la peste. Aquí dejo un vídeo aéreo sobre el lugar.
Tan solo queda en pie la pared oeste de la iglesia dedicada a San Marcos. La leyenda dice que se lo comieron las termitas, ha sido fuente de disputas entre Aldeanueva y Atanzón, en la actualidad se limita a estar en pie divisando el llano, ver pasar el tren de alta velocidad, sobrevivir a la contaminación acústica ferroviaria a la que se suma el contar los aviones que inician su maniobra de llegada a Barajas.
La bici, el saco de dormir y para cenar mi libro de Kapuscinski, La guerra del fútbol, escrito por quien fue corresponsal de guerra polaco entre 1958 y 1976. Un inmejorable menú.