hacer sonreír

He estado en Madrid en Navidad. Ha habido momentos buenos y malos, algunos regulares. Sensaciones encontradas y abrazos, besos y despedidas.

He pasado por la radio, en dos ocasiones! en el programa de Chus y en el de Dani Cabezas, ambos en Darwinians Radio. He estado con los amigos de Ecologistas en Acción en su gala anual en Guadalajara.

He visitado a vivos y a los que ya no están vivos, en el cementerio limpie la lápida. Coloque las flores y los jarrones.

Paseé por Guadalajara con amigos chinos, por Madrid con amigos chinos, por Cáceres con amigos extremeños, asistido a un taller de manualidades en Matadero (gracias Cris), al Bernabeu en dos ocasiones y al Municipal de Navalmoral de la Mata en una, participé en la Bicicívica de enero, visité el estudio de Pluviam, la Fundación Canal, Reina Sofia, Museo San Isidro, chocolate con churros en San Ginés, a Brihuega a despedir a un amigo que marchaba en bicicleta …. y muchas más cosas que he olvidado debido a mi maltrecha memoria, al consumo de opíaceos o simplemente porque no merece la pena recordarlas (al dentista). He pateado y pateado calles buscando rincones que nunca hubiera transitado.

Visitado a la familia. He dado dos charlas, en Rutas Pangea hablando de viajar en bicicleta y en Guindostán hablando de vivir como si de un viaje en bicicleta se tratara.

Conocí a Raymond.

Dimos de comer a los patos en el Retiro.ruedascuadradas_cajondesastre

De todos esos momentos me quedo con uno,

La cara de felicidad de mi cuñado cuando en la charla en el Paseo Yeserías, pregunte por quién había llegado en bicicleta y soló él levantó la mano.

Me quedó con su sonrisa porque hacer feliz a la gente cuesta muy poco.

Anoche salí a dar un paseo para acompañar a mi novia mientras hacía fotografías de la nieve caída en Shanghai. Yo llevaba el paraguas. Mi única función era proteger al fotógrafo de la lluvia.

Durante el paseo pasamos por el paso elevado de Yanan Road, los obreros cubrían los escalones con esparteras del hielo. Con los obreros me hice una foto.

Cuando llegué estaban en silencio, mirando al suelo, al final del rastrillo. Nos hicimos dos fotos y cuando me fui sonreían.

Se que a todos no les he hecho reír. A todos esos les prometo que mejoraré. Papá papá parará papá!!!!!

(mi cuñado no fue el único que había ido en bicicleta al local, yo también)