La familia WILL

¨linea 2 de metro, llegar hasta Shanghai High Tech Museum, salida 6, y allí veras un pequeño parada de autobús. Coges el autobús 2, pagas 12 RMB y ya esta. Llegaras a la estación de Chong Ming y allí me llamas (la casa esta a 8 minutos andando de la parada). Fue el mensaje que recibí la semana pasada.

hoy, esta mañana, – Hola, si ya estoy en la estación.

¨Ok, sal a la calle grande, cruza por detrás de la obra y hacia la derecha, cuando estés en medio del puente amarillo me llamas¨

– si? ya estoy en el puente.

– ok, espera que abro la ventana, ya? me ves? mira hacia la izquierda, si? ya? ok, sigue hasta el final del puente, salta la valla, baja por el terraplén y vienes hacia mi.

Así he llegado a Will Foundation 

El proyecto cuenta con colaboradores, un matrimonio de Zaragoza que pasa los veranos con la familia, grupos de estudiantes extranjeros, el American School cede la piscina dos veces a la semana y dos colaboradores directos – profesores- que conviven con los niños en la casa. Uno de ellos dio la vuelta a Taiwan en bicicleta, mil kilómetros, pero llevando con él a un grupo de niños con diferentes parálisis. Me ha contado poco pero entre los detalles me ha dicho que durante el trayecto les seguía la ambulancia.

Ahora os cuento lo que he ido a hacer y las actividades futuras pero antes de nada, agradecer el trato, la conversación y la posibilidad de escuchar a la fundadora del proyecto.

Gracias.

Por mediación de un amigo he conocido el proyecto, un lugar donde los miembros han formado una familia, un grupo de personas que miran al futuro con una sonrisa en la boca, con un ideal, hacer que el mundo sea un sitio mejor y donde cada persona tenga una oportunidad.

Quienes hemos nacido con la oportunidad dada no sabemos que algunas personas carecen de esa posibilidad.

Era la primera visita y no será la última. De momento me voy a llevar de acampada a los niños, como sino, pues en bicicleta. Ya os contare.

Tenía ganas de visitar el lugar, la semana pasada, teníamos pensado el conocernos pero al igual que existen personas buenas existen indeseables. Uno de estos es el vecino de estos chicos.

Yo no entiendo cuales son las razones que llevan a alguien a destrozar la casa del vecino. Despecho. Envidia. Idiotez. Tozudez. Hijoputez. El vecino se merece de todo menos nada bueno.

El caso es que el desorden provocado ya esta solucionado, ni mucho menos olvidado. Con la ayuda de los voluntarios y la desayuda de la policía las actividades siguen en la casa de la familia Will.

Los miembros de esta familia tienen procedencias distintas, padres biológicos distintos, e historias que contar. Maria, la niña fue recogida dos veces y entregada de nuevo en un orfanato, tiene una discapacidad que la impide andar con normalidad, llego en silla de ruedas al lugar y hoy conmigo, andando, despacito, ha llegado hasta la zona de juegos situada en la parte anterior de la casa. Me ha dicho los colores, los números y frases en español, me ha preguntado – como te llamas?

Los demás niños, sus hermanos, tienen entre 3 y doce años. La ¨mama¨ de todos ellos les ha recogido y cuidado como a sus dos propios hijos, estos ya se han crecido suficiente y a punto están de acabar la universidad en Shanghai. Ella, habla castellano, es hija de emigrante chino en Taiwan, esa familia que después emigró a Madrid. Tras diez años en el Barrio del Pilar a Estados Unidos, a San Francisco, donde estuvo 25.

Llegó a China, colaboró con proyectos que dirige la Iglesia y de ahi salió la idea de formar un lugar desde donde ayudar a los más necesitados. En este país los orfanatos se rigen desde el más oscuro de los secretos. Por duro que parezca el censo de niños abandonados por unas causas u otras ronda el millón. Ya he hablado el oscuro negocio que mantiene este país con es actividad al igual que el cautiverio de los osos panda o el tráfico de órganos. En China se sigue aplicando la pena de muerte y aunque la bala antiguamente la pagaba la familia, ahora no abonan la inyección pero los cadáveres si son potestad del estado. Ya escribí sobre esto hace tiempo.

Pero a lo de hoy. Las actividades ya os las contare. De hoy decir que en el autobús que no hace paradas en todo el trayecto, atraviesa un puente gigante que une Shanghai con la isla de Chongming al noreste de la ciudad. A la llegada los taxistas piratas casi no me dejan ver la tienda, bueno más puesto que tienda Giant donde se puede alquilar una bicicleta para disfrutar la isla. La tienda esta junto a la oficina de turismo. La estación sorprendentemente limpia y ordenada. Un placer hoy. Un placer la vista y el lugar.

La financiación del proyecto esta fuera de toda ayuda estatal. Este tipo de institución en China reman a contracorriente. Si dar pedales por su causa ayuda, desde este momento tienen un remo más en su barco que para algo viven en una isla.

dawei shushu ( el tio David) me llaman los enanos!

 

One thought on “La familia WILL

  • marzo 25, 2016 at 1:06 pm
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    Hola David,
    Somos Carmen y Carlos, el matrimonio de Zaragoza.
    Mejor no se puede explicar. Enhorabuena por tu blog.

    Seguimos en contacto.
    Un abrazo

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