De este mi trabajo temporal he llegado a la segunda estación en Hangzhou. Sigo haciendo de guiri, me limito a hacer que soy peletero durante más o menos cinco minutos durante la presentación de la marca de coches en diferentes ciudades en China, a mi me tocan tres y a mi compañero californiano otras tres. Shanghai, Suzhou, Nanjing, Hefei, Hangzhou y Ningbo. Las tres últimas son las mías.

Ocho años en China y aún me sorprendo de cosas. Otras cosas son insalvables, nunca podré con ellas. Hace tiempo veía a personas que llevaban tiempo viviendo en China hacer cosas que odiaba, ahora las hago y me odio. No lo puedo evitar. Un amigo me contó una anécdota hace poco, su jefe, un señor educado, alemán, con familia, estaba tomando un café y un chino estaba justo a su lado. De pronto en milésimas de segundo sucedió. Estaban los dos tranquilamente, el chino a escasos centímetros de la cara del alemán eructo y el alemán le dio un bofetón. Cuando el jefe lo contaba a mi amigo, decía, aún no se como el chino no reaccionó, se quedo quieto, sin moverse , yo no sabía como ni porque había sucedido. Fue causa efecto, acción reacción.

Verse en una habitación de hotel de 20 metros cuadrados con más de 30 personas comiendo noddles, espaguetis en italiano, es una experiencia. La cual yo no puedo soportar aunque lo intento. En mi estándar cultural el sorber la comida no se concibe y mi padre me lo inculto. Ya se sabe que la letra con sangre entra.

Otras cosas son graciosas, que para cambiar una bombilla haya siete personas entre los que sujetan la escalera, sujetan la bombilla o miran al techo es gracioso. Que el que descubrió la bombilla fundida estuviera más de diez veces dando al interruptor o mirando a la bombilla en silencio unos minutos antes de dar orden de arreglo es gracioso.

Que todo un equipo de azafatas este tumbada en el suelo mirando el móvil o que mi compañero de stand se tire al suelo a dormir mientras esta el evento no deja de ser gracioso. Al final si estas en China trabajas como un chino.

He estado en Hangzhou y yendo por la calle, los niños y los mayores me miraban, algunos diciendo ¨mira un extranjero¨ , me recordaba a mi diciendo a mi madre en los ochenta ¨mama, mira un negro¨ cuando me llevaba de la mano por Madrid. La memoria no falla a quien como yo va entrando en años, aunque no sean muchos y este en el ecuador de la vida ,espero, esos años convierten la memoria en recuerdos, los mismos años que no me dejan ver con claridad el letrero de la estación de metro ha donde he llegado.

Anécdotas de este fin de semana hay algunas. Si entendemos como anécdotas cosas divertidas, no se si son anécdotas, en todo caso son cosas que pasan cuando viajas por China.

En primer lugar no todos los hoteles están capacitados para recibir extranjeros, entonces hay que buscar el que te pueda alojar. Eso no viene definido por el estándar o la calidad sino por su registro, si se registran para recibir extranjeros pagan mas impuestos y la demanda aun no es de recibo.

Se fuma en cualquier lugar, bajo el letrero de prohibido fumar, en los aseos de cualquier lugar, ya sea la estación de tren, el hotel, el ascensor o el restaurante. En Madrid aun colea la ley de la prohibición. De cualquier modo lo que yo fumo siempre, antes y ahora, ha estado prohibido.

Y por último el color que impregna las ciudades.

El color gris.

Mandas una foto y el comentario de quien la recibe es, – Que niebla!

 

Lo que no puedo defender más es la contaminación. Las causas o no quieren ser conocidas o reconocidas o quieren ser obviadas. En mi peregrinaje ciclístico he visitado mucho lugares, Turquía, Italia, China, Mongolia tienen serios problemas de contaminación en la cuneta de las carreteras. Parece ser que quien tira algo por la ventanilla del coche piensa que esa botella o bolsa desaparece en el tiempo, pero no. Es algo inevitable, el progreso lleva a la mierdicia. Lo he vivido hace tiempo, cuando en mi pueblo se cambiaba el aceite del coche en cualquier lugar, se abandonaban frigoríficos en las cunetas o se quemaba la basura en el vertedero, estoy hablando de España en los ochenta. Ya no hay excusa. Antes cuando me decían o preguntaban sobre lo enrarecido del aire explicaba que es un fenómeno meteorológico que hace que el sol tome un particular tono anaranjado. Debido a esa luz los chinos son ¨amarillos¨ sino serían blancos o negros, color tierra o color ébano. Cada raza y especie tiene un color determinado por la singularidad de la luz solar que recibe.

Pero ya es insostenible, pasear junto a un río sin pescadores o entre grúas de construcción hace arrancar la verdad y entonces se produce la contestación, la conversación entre madre e hijo, entre mi madre y yo.

– no es niebla mama, es mierda.

Para terminar el uso del móvil. Yo me he llevado un libro impreso. Soy así. Como cantaba Obus, no voy a cambiar. Tan solo me preocupa el futuro social, cuando ya nadie te hable porque esta inmerso en su pantalla táctil, cuando todo sea gris por la contaminación. Tan solo nos salvaremos aquellos que vimos Mas allá de la cúpula del trueno con Mel Gibson y Tina Turner.

Este fin de semana he estado en Hangzhou en un evento organizado por una marca de automóviles interesada en contaminar cada vez un poco más, en vender coches de mas de una tonelada para el transporte urbano. No voy a decir que es BMW porque no me paga por publicitar gratis, sino diría que BMW es el organizador. No voy a decir nada de ellos ni de los asistentes, nuevos ricos, de camisa Prada y bolso Versace, no vaya a ser que lean esto y se enteren que este fin de semana se ha celebrado la acción anual que organiza y difunde WWF en cuanto al ahorro energético y sus consecuencias.

Por último, yo ademas de leer era el único que no incluía en el menu ingredientes que hubieran tenido cara. Cosa de comentario y regocijo para quien me acompañaba en la mesa.

Y todo esto en un stand donde trabajo piel curtida. Trabajar es un decir. El plan era que yo debo montar las piezas que enviaran pero como ninguna pieza ha sido enviada y lo importante es que haya un guiri haciendo que hace que las monta, el trabajo consiste en coser una y cuando nadie mira descoserla con el cutter y volver a coserla.

En abril voy a Ningbo.