Mi lado Scrooge se despierta.
A día 31 de octubre, todo un récord de precocidad, cuando todavía inmersos en la celebración de la fiesta pagana estadounidense exportada y aún no han desaparecido las omnipresentes calabazas llega el primer recordatorio de que se avecina Navidad.
Puede ser una auténtica estrategia de marketing el adelantarse y tomar la iniciativa pero es algo tan delicado, que parece improcedente.
Llega el aviso el último día de octubre para un mercado a celebrar el 11 de Noviembre, fecha que no es casualidad sino el día del solterón, el single-day en inglés que con calzador se encuentra a caballo entre la las calabazas, la fiesta de ¨acción de gracias¨, el black-friday, el boxing-day y las pascuas cristianas.
Compras globalizadas en mercados globalizados. En este son expertos en China. Tantos los vendedores atraídos por los números, hipotéticos números en un océano de clientes como los acomplejados compradores, incapaces de abstenerse.
Festividades mercantilizadas que son producto del consumismo exacerbado, donde las grandes marcas empujan al consumo, las ovejas se dejan arrastrar y es más feliz el que más derrocha.
Una gran huella ecológica dejan estas fiestas y en las manos del consumidor esta el no participar, al menos en no participar pasando por unos grandes almacenes sino de celebrar despertando la imaginación y las diferentes alternativas que se brindan en la red.
Celebra, consume hasta morir, felicidades!
PD: Ebenezer Scrooge es el nombre del protagonista de la novela de 1843 Cuento de Navidad de Charles Dickens