Desde Pekín en avión a Hanoi y desde el aeropuerto en bicicleta, a las dos de la madrugada al centro de la ciudad buscando un hotel donde dormir el primer día.
Hello hellooooooooooooooooo! money!
Chuo Mung Nam Moi significa Feliz Año Nuevo en Vietnamita. También significa que los bancos, supermercados, muchos hoteles , tiendas y restaurantes están cerrados y los niños de vacaciones. Es la frase que te repiten al pasar, en cualquier momento y lugar. Seguido o antepuesto a hellooooo!.
Despues de responder al grito de hello, millones de veces deja de tener gracia y si a eso le sumas las cuestas, el cansancio, el sudor y el incesante pitido de camiones, motos,……contestar hello con sonrisas resulta complicado.
En ningún lugar anterior, a mi compañero le habían pegado con un palo al pasar delante de una casa, o habían arrojado una botella entre las ruedas de Milana. Me habían tirado piñas con piñones, o piedras en Azerbayan, pero siempre con muy mala puntería. Estos han vivido guerras seguidas y contra muchos distintos y eso se nota.
Pocos amigos hemos encontrado en el camino que no intentaran vender algo. Y ellos no tienen la culpa. El dolar y el euro campan a sus anchas en estos países.
El extranjero es extranjero y se le trata como a un extranjero. Sobre todo en las tiendas, donde se acentua el foreigner tax o impuesto de guiri.
Recordar la invasiones de franceses, mas tarde invadidos por los nazis alemanes y regalados a los japos, o haber luchado contra yankis forma un carácter. Un carácter duro, rudo a veces, de ello como siempre se salvan los niños y algunos adultos, pero los ancianos pierden esa capacidad, será porque la vida castiga y a veces mucho. Será porque es muy difícil olvidar lo que no se quiere recordar.
Pero alli fuimos, a recorrer el norte de Vietnam , con las bicis en dos cajas y sobrepeso en las alforjas. La primera frase fue, mira! mira! mira! , la rata en el fregadero!
Estabamos en el aeropuerto de Hanoi, frente a la cafeteria, armando las bicis, que llegaron sin problemas.
Era la primera rata de las miles que vimos en las ciudades y en las cunetas, vivas y atropelladas da igual, porque dan el mismo asco.
Con la bici montada, el chaleco, y el frontal fuimos alrededor de las 2.30 de la madrugada en busca de un sitio donde dormir, lo encontramos al fin en los alrededores de Hanoi y camino hacia el noroeste.
Regateos mas tarde y una conversación telefónica con lo que creo era una puta, a la que llamo el chico de recepción del hotelucho donde estabamos, me metí en el saco sabana, esperando dormir sin rozar las sabanas del hotel.
Y así al día siguiente, después de visitar el cajero, por una vez en mi vida fui millonario! Tenia 2 millones en el bolsillo, dos millones de dongs, ósea 40 euros.
Visitamos un mercado, vimos el primer puesto de carne de perro y nos interesamos en comprar fruta y agua. Nos engañaron creíamos pero no era así, es verdad, las manzana un 1 euro cada una, y ni rastro de plátanos. En las tiendas no hay fruta, y la poca que hay muy cara. Un melón 8 euros.
Teníamos agua y lomo, que los españoles no son tontos, y tuvimos la suerte de encontrar pan.
El primer dia llegamos a Hoa Binh (70km), todo plano y saturado de motos. (Menuda sorpresa! esa primera noche ,fuimos a acampar y había jeringuillas! después una vez de vuelta en casa me informe y estuve leyendo sobre el problema de la heroína en este país. En la guerra con Estados Unidos, ese fue uno de los mayores problemas del ejército yanki)
El segundo a Mai Chau (80km),una aldea dedicada al cultivo de arroz y en el camino hacia Laos donde coincidimos con Marcos, un chico de Gandia que ciclaba junto a una letona. Con ellos cenamos en un puesto callejero una especie de sopa con algo parecido al arroz y un huevo, al día siguiente tuve que hacer una parada de emergencia en la cuneta y visita al baño publico situado detrás de un árbol.
El tercer día a Mac Chau (80 creo km) y el cuarto a Sonla (114 km). Desde allí pensábamos ir a Lao Cai pero no hay autobús, y el taxista pedía 5 millones por llevarnos a Sapa.
Casas de agricultures, trajes típicos, descenso de valles, arrozales, arboles frutales, puentes… todo idílico. Puro. Sin turistas.
De vuelta a Hanoi y desde allí a Haipong para coger el ferry a la Isla de Catba. Por el arcén. Pitidos, polvo, millones de motos, camiones, taxis, furgonetas y ratas atropelladas. 94 km.
En las paradas nadie te ofrece agua pero todo el mundo te invita a su tienda. La única familia que nos acogió y nos dio de cenar y cuna, nos cobro 200 mil.
Al llegar al ferry nos piden 400 mil ( 2 mil persona y 2 mil la bici). La solución: Vuelta a Hanoi para coger un tour organizado.
Por primera vez en la lista de precios estaba escrita la palabra foreigner en la parte de abajo, solo ceros , sin números delante, así se puede pedir lo que se quiera.
No era posible 400 mil de ida, 400 de vuelta, hotel, comer….
Dando pedales volvimos a Hanoi, teníamos tiempo de sobra y aprovechamos para salir de la ruta principal y visitar lugares donde nunca parara ningún otro extranjero.
Y así, en un viaje organizado, con el cencerro puesto a Halong Bay, zona Unesco! Y devastada por el turismo. Invadida por turistas. De paisajes increíbles.
Kayak, Visita a la Cueva del Dragon, donde las piedras representan animales, y contra mas cervezas bebas mas animales ves, saltar al agua desde el techo del barco, trekking a la montaña, beber y karaoke despues de la cena en el barco,camarote al lado del generador y la bomba de agua, shopping forzado y dirigido en las paradas del bus, junto a los paseos fueron las actividades.
En Cat ba visitamos aldeas flotantes cuyos inquilinos venden vino y cerveza a los turistas ademas de tabaco y algo de pescado.
Visita a la playa por la noche y puesta de callos de los pies en remojo durante un rato. La comida con servilletas limpias y turistas ancianos que hablan alemán o francés. Era la mejor opción, la otra era un grupo del Hostel, principalmente formado por jóvenes australianos alcohólicos.
Después de 3 días en barco….
Vuelta a Hanoi donde recorrimos rincones, callejuelas, mercados y un lago cuyo perimetro mide 15 km, sin turistas, perdidos y felices. Tambien vimos el mausoleo de Ho Chi Min, la estatua de Lenin, , lagitos, templos, el Jardin botanico,…..
Incluso una noche fuimos al teatro. Al de las marionetas, un muy recomendable espectáculo de música tradicional vietnamita, basado en la mitología ya que cuenta la leyenda de una carpa que se convirtió en Dragón. Todo el show tomando como referencias el agua y el cultivo de arroz, que forman la base de Vietnam.
La última noche llovía, pero no altero los planes de pasear, mirar, conocer, aprender!