La M41,¨el santo grial del ciclismo¨
Es la carretera que atraviesa la cordillera del Pamir. Une las ciudades de Osh en Kyrgystan y Dushambe en Tadjikístan. Construída en 1830 durante los enfrentamientos de los imperios soviético e inglés.
Tan solo el 3% de la población tajika vive en este zona geográfica. El otro 97 ni se lo piensa el visitar este area.
En 2007 planeé mi ruta por esos lares, luego no conseguí el visado uzbeko y cruce por el lado kazajo. En 2016 me quedé de nuevo con la miel en los labios. Estaba todo empaquetado y la aerolínea canceló el vuelo.
Esta vez con unos meses de adelanto, compre el billete el 3 de marzo. Por un lado mejor comprar el billete antes de que suban los precios y sobretodo antes de empezar a mover todo el proyecto o contactar con empresas para que sean colaboradores en mi idea.
Este año, esta ruta, es un viaje en apoyo a la fundación WILL con quién colaboro desde 2016. Este es el segundo viaje después del proyecto de 2016 en Japón y de nuevo intentaré conseguir cambiar los kilómetros por donativos. 1kilómetro 10RMB. A día de hoy y dando por concluído el proyecto he recaudado 17590 RMB ( 2512€).
Compre los mapas en Madrid, de la empresa austriaca Freytag & Berndt, 1:1,750,000. El material de camping necesita pequeños repuestos, nada importante, lo necesario como la tienda, la cocina, el saco y la esterilla están preparados. El filtro de agua que por fin voy a estrenar. Parches que espero no usar. Termo, café, los libros, el diario, los mapas, toalla, jabón y cepillo de dientes, crema protectora de grado 50 y algo que olvide.
La bicicleta que voy a utilizar sustituye en esta ocasión a Milana.
Tras la ruta y la experiencia de rodar con ella, diría que su geometría la hace más cómoda para rodar pero en algunos tramos de 10% de desnivel positivo he echado de menos el plato pequeño de una bicicleta de montaña.
Con todo esto lo primero el visado tayiko (70 $ incluido GBAO, Gorno-Badakhshan Autonomous Oblast). Se consigue en el enlace. El registro y los datos sin problema pero a la hora de realizar el pago, error, tras varios intentos desde un mac, me aconseja realizar la operación desde un PC. Otros tantos intentos y una llamada al consulado tayiko en Pekín, donde me contestaron en chino y me colgaron el teléfono con muy malas maneras. Tras varios intentos y desde Madrid se consiguió hacer el pago.
Se puede hacer el visado (50$) al llegar, en el aeropuerto, pero eso obliga a visitar la oficina en Dusambé donde emiten el permiso GBAO, permiso obligatorio y necesario para transitar en la zona sur del país.
En cualquier sucursal de Amonant Bank, pronunciar las palabras mágicas ¨gorno badaksan¨, pagar 15 somoni (2 euros) e ir con el recibo a la oficina OVIR a sellar el pasaporte. Todo el proceso no lleva más de un par de horas en el mejor de los casos pero ha habido casos donde el proceso se ha extendido a varios días.
Más fácil abonar 18 dólares de diferencia entre el trámite informático y el trámite en ventanilla (luchar contra un servidor informático que contra un funcionarioborrachocorrupto). En tal caso la espera se puede dedicar a ir de un lado a otro de la ciudad, los mercados, familiarizarse con el idioma, los productos y los precios. Ya no es necesario registrarse como extranjero para estancias inferiores a 30 días.
Por qué hacia oriente? hacia el este? por el viento. Por qué desde Dusambé? si se vuela a Biskhet, capital kirguí, hay que atravesar un fatídico túnel de camino, además la frontera uzbeka se convierte en un martirio de atravesar debido a las divisiones de los países que realizaron los imperios colonialistas después de las independencias. No responde a la sensatez en muchos casos y es origen de problemas étnicos en muchos otros.
Por qué acabar en China, en Urumqi? quiero recorrer el TianShan. Las Montañas Celestiales con su pico más alto, el Jengish Chokusu de 7439m. Una cordillera que rodea por el norte el desierto de Taklamakán hasta unirse con la cordillera del Altai, las montañas que se adentran en territorio mongol.
La ruta comienza en Dusambé, fundada en el siglo V a.C. Fue parte del imperio de Alejandro Magno en 328 a.C. capital de Tayikistán desde 1924, conocida como Stalinabad entre 1929 y 1968 bajo dominio soviético.
Situada a 706 metros del nivel mar. Dedicada al algodón y a la ganadería. Es el inicio de esta ruta de 2772 kilómetros que me llevara hasta la ciudad china de Urumqi.
Recorriendo la mítica carretera M41 hasta Khorugh, para coger la variante que recorre el río Panj, frontera con Afganistán, por el corredor del Valle Wakhan. Es posible visitar el mercado de Ishkashim en terreno afgano atravesando el puente, para ello es necesario tan solo dejar el pasaporte en el puesto fronterizo y recoger al salir.
Seguir el curso del río, pequeñas aldeas, nuevos pasos y de nuevo en la M41 hacia el norte, Murghab, el paso Ak-baital (4655 m), lago Karakul (3900m) y llega hasta Sary Tash en Kyrgystan.
Lógicamente la lengua más extendida por todo el territorio es el tayiko, seguida del ruso (que casi todos los habitantes conocen de forma básica). No obstante, el Alto Badajshán es el origen de varios lenguajes y diálectos del grupo Pamir: sugní, sarikoli, wají, ishkoshimí, vanyí (hablado en el valle del Vanj y declarado extinto en el siglo XIX), rushoní, bartanguí, jufí, yazgulomí y oroshaní. También hay una población numerosa de kirguises hablantes en el distrito de Murghob.
La mayoría de los habitantes en la región son de religión musulmana, seguidores del Ismailismo chií y siguen al Imán Aga Khan.
Tras el paso de Irkeshtam (3005m) llegada a Kasghar (1265m). Cuando planeé la ruta no sabía que esta ciudad iba a ser el final de trayecto. Volveré a las andadas, viajar sin ruta ni fecha, en el mayor anonimato posible. Tener un proyecto que cumplir es una responsabilidad y como en este caso cuando fuerzas que no se pueden controlar dan al traste con todo surge un sentimiento de incapacidad para lograr un objetivo. Me han minado las fuerzas psicológicas cuando las fuerzas que mueven la bicicleta y las ganas por rodar siguen intactas.
El paso fronterizo en este punto es uno de los más remotos que existen en la tierra, situado en el valle de Alay. La caseta de sellar la salida de Kyrgystan y la de entrada en China se distancian en 146 kilómetros y esta prohibido recorrer esa distancia en bicicleta. No queda más remedio que subir a un taxi que tienen por costumbre iniciar el regateo con un precio abusivo y después bajar. Yo sé, ellos saben, que por cien 100 RMB te llevan, tan solo acercarse con el dinero en la mano, abrir la puerta del maletero y darle el dinero mientras te ayudan a subir.
Kyrgystan no cuenta, tan solo son 80 kilómetros los que he de rodar de camino a China. Hay frontera entre Tayikistán y China, el paso Qolma, solamente para chino parlantes.
Si se toma esa variante uno se queda sin el paso Kyzyl-Art (4280 m), sin la visita al lago Karakul y sin la foto con la cabra montesa además de caer en la Karakorum Highway y sus contantes controles policiales. Aquí la foto del paso Kyzyl-Art a 3600m.
Tras un largo descenso hasta los 1270 metros de altura. Kasghar. Fin del viaje! Esta ciudad fue fundada en el siglo I a.C. por uigures, descendientes de los Tolas, situada en la cuenca del Tarim y residencia de Marco Polo en 1273 es un auténtico cruce de caminos. Desde aquí al sur se inicia la Karakorum Highway que termina en Islamabad pero yo voy hacia el norte siguiendo la S306 hasta Urumqi.
La nieve me privó en febrero 2012 de visitar las Montañas Celestiales, por encima de 4000. En 2018 ha sido la policia! Un desenlace inesperado a un viaje donde la policía se ha convertido en un invitado inesperado. Peor acompañante, no se puede tener. Salí de Dushambe contento, al encuentro de un amigo en Obigarm.
Ajenos aún a las malas noticias que estaban por venir. Compartimos risas, cena, información de la ruta y visitamos las termas de la ciudad.
Nos despedimos deseandonos suerte! un abrazo compañero.
Seguí mi camino. La siguiente tarde empezó a chispear y cuando me quise dar cuenta estaba empapado, un lugar para colocar la tienda (la tienda nueva ofrece la posibilidad de colocar el techo y después armar desde dentro protegido de la lluvia) en una caseta donde obreros me invitaron a cenar y a dormir, desestime la segunda oferta huyendo de los ronquidos de ocho personas y yo en una habitación).
El siguiente día comencé a sentirme enfermo, diarrea y fiebre que trajo consigo un herpes labial ( después los italianos me dirían que me había puesto botox), dormí mal aquella noche, con sudores. El siguiente día apareció en una parada un grupo de siete italianos (Gionna, Julio, Marco, Katia, Sergio, Fabio y Ugo), escribo sus nombres porque desde aquel encuentro compartimos ocho días juntos hasta Sary Tash en Kyrgystan donde ellos seguían ruta hacia Osh y yo iba al este hacia Erkestan, el paso fronterizo con China.
El primer día con ellos el paso Khaburabo de 3252 m.
Disfrutando de los 38 kilómetros de descenso hasta Kalaichum.
Un gran día de ciclismo que termino de la peor manera posible. Noticias de un ataque a un grupo ciclista. Un loco había acabado con la vida de cuatro cicloturistas y herido a otros tres en un ataque al sur de Dushambe. En un primer momento oculte la noticia a la familia y amigos para no preocupar, pero al día siguiente la noticia salió publicada en la BBC y todo el mundo se hizo eco de ello. Aquella noche la cena fue muy silenciosa, algunos como yo no pudieron contener las lágrimas de susto, de rabia, de impotencia.
Se iniciaba un nuevo viaje, cambio de ruta y escoltados por la policía hasta la frontera de Kyrgystan. Me quedé sin Wakan Valley aunque pude hacer parte. Una sensación extraña, rodar viendo Afganistán, sus gentes, sus campesinos, sus aldeas. Después del susto, rodar junto al río y ver a los niños jugando al fútbol en el lado afgano, riendo, ajenos a las atrocidades que de mayor el ejército, la religión les hará cometer.
Ajenos a la policía, acostumbrados a su visión, seguimos ruta. El agente, quien tras el paso de los días se convirtió en uno más del grupo, reía y comía como cualquier otro ser humano. Solo era un chico vestido de paisano en un coche particular.
Por recomendación de las autoridades tayikas, las cuales no negaban el paso a los ciclistas por la zona pero les proveían de escolta.
Esta fue sin duda la mejor parte del viaje, desde Murghab, Karakul Lake a 3900m, el segundo lago más alto del mundo y la llegada a Sary Tash.
Durante todo este tramo la frontera china esta a la derecha de la carretera. Una pequeña alambrada interminable limita el territorio entre estas pequeñas ex-repúblicas y el gigante asiático.
Entre comillas aquí empezó a terminar el viaje, desde Sary Tash a la frontera son 72kms por una carretera preciosa que la lluvia me privó de fotografiar.
Una vez en la frontera los buenos modos de la policia takika y Kyrgy se desvanecieron.
«Mister David, welcome to my country» me dijeron en inglés en Kyzyl-Art. En el paso chino riendo, escupiendo y sin moverse de la silla, desde la caseta a unos cinco metros me dijeron que esperase. Estuve allí como una hora, ya llevaba dos esperando antes de entrar al recinto. Tras mi negativa a pagar 400 RMB por un taxi me dejaron subir a un autobús hasta el control de pasaporte.
Allí miran todo, revisan las bolsas y te requisan la comida. Frutos secos, una manzana, galletas que había comprado en Sary Tash. Te piden la contraseña de acceso al teléfono móvil y lo meten en un «mobile hunter», no se aún buscando que, mirando que, aunque pregunte.
Tras dos horas más de espera, con dos rusos a la furgoneta, esta vez entre los tres compartimos los gastos, 400 RMB para los 146 kms que separan el registro del puesto donde sellan el pasaporte. Eran las once de la noche cuando otra vez, el funcionario chino estampó el sello en una hoja limpia de mi pasaporte. Le mande a tomar por culo en español pero lo entendió perfectamente su error, me pidió perdón. Antes yo había solicitado que colocaran en alguna hoja ya utilizada. Ellos nunca viajan, no se alejan de su plato de comida y no saben la dificultad de viajar constantemente con un pasaporte de solo 32 páginas.
Desde allí a Kasghar innumerables controles de policía, algunos distan entre si tan solo un kilómetro. Una especie de lotería que me reservaba el premio para después de tomar un descanso y reponer fuerzas en Kasghar.
Además envié la cocina, la cacerola y el infiernillo por correo a casa, a Shanghai. Me corté el pelo y dedique un día a pasear y conocer la ciudad. Reponer fuerzas para lo que sería la segunda parte del viaje.
Desde un primer momento se nota la inseguridad en la calle. Esta no parte de los ciudadanos sino por la terrible presencia policial, controles de pasaporte, cámaras, policías armados con metralleta, con palos e incluso a uno vi con una lanza medieval, un caballero sin armadura ni pedigri de la nobleza. Un soldado a merce de un gobierno opresivo que vende su vida a cambio de un plato de rancho, una cama sucia y un uniforme que no es de su talla para controlar a un pueblo invadido y oprimido, la etnia urgy.
Al día siguiente seguí ruta por la S311 hacia el este para luego ir al norte, hacia Aksu. En el vigésimo control policial del día me tocó el premio gordo.
Antes en una parada para tomar agua vino la policía a ver mi pasaporte. Era un aviso. En la mayoría de los casos son iletrados en su lengua materna. No saben como enfrentarse a un pasaporte internacional, apuntan mal el nombre y fotocopian el visado de 2016, caducado. También decidí no salvarles de su error y dejar que su ignorancia recibiera el regalo de la alegría superficial que supone la satisfacción de cumplir la misión encargada por un ser con rango superior y uniforme más ajustado debido a la grandeza de su barrigas.
Allí, a 51 kms de Kasghar me dicen que no puedo seguir porque la carretera esta en mal estado. Le digo que eso no es cierto porque están pasando otros vehículos. Decir a alguien que lo que dice no es cierto es acusarle de mentir aunque el acusado no se de por enterado.
Allí se encuentra uno de los campos de re-educación a donde son enviados los ciudadanos musulmanes. Algunas cifras hablan de un 10% de la población urgí han visitado estos lugares, algo más de 100 mil personas. En Payzawar, donde la policía no me dejo continuar existe uno de estos campos.
Me dicen que no hay hotel en los próximos 300 kilómetros para extranjeros. Que no puedo continuar. He de volver a Kasghar y coger un autobús a Aksu. Tras una hora me marcho dejando las botellas de agua que me habían regalado sobre la mesa y sin decir adiós.
Es mejor pensar con el estomago lleno. Paré en un puesto de melones, allí había cuatro chicos bebiendo cervezas, esta fue la única ocasión donde pude tener contacto con una población atemorizada. Unos días antes en una parada compré agua, estaba sentado cuando la policía vino a ver mi pasaporte, un niño me hizo una foto y el policía le dio un coscorrón al niño y le quitó el móvil. Desgraciado servil.
Estaba en el puesto de fruta, ellos bebían cerveza, envalentonados por el alcohol me acogieron como uno más, compre un melón, lo rebané y lo puse a disposición de ellos. Uno me invitó a dormir a su casa, denege esa opción diciendo que a la policía no le iba a gustar ese gesto hospitalario para con un extranjero, el bajo los párpados, indefenso. Me invitaron a moyan, una mezcla de hoja de cañamo con serrín que fuman en papel de periódico.
Cuando salí de allí un coche blanco iba muy despacio tras de mi, paré a mear y el paró, eran policías. Me acerqué a ellos a decir que iba de camino a Kasghar, que no quería causar problemas, por respuesta recibí gruñidos y sonidos ininteligibles. Paré a beber agua, a mear y no hacer fotos. Me hubiera gustado sacar alguna pero ese gesto me hubiera traído dolores de cabeza y tal vez quedarme sin la tarjeta de memoria de la cámara.
Esta mañana he ido a la G314, me han impedido seguir en bicicleta, me han guiado a la estación de autobuses que sin razón esta cerrada y en ese punto me he decidido. Avión, a casa, fin de ruta.
Tienen mis datos, mi nombre, mi dirección, mi teléfono y la posibilidad de actuar sobre mi visado en China. No es plato de buen gusto estar donde uno no es bien recibido.
Como siempre ocurre ya tengo decidida la siguiente ruta mama!
Estas últimas horas y deseando no tener más sorpresas en el viaje, además de empacar la bici y despedirme en silencio de los habitantes de Kasghar las emplearé en terminar el libro que me ha acompañado en este viaje. «Los renglones torcidos de Dios», Torcuato Luca de Tena, libro más vendido en España en 1980. Trata la historia de una ingresada en un hospital psiquiátrico, su delirio, su paranoica obsesión, su extrema inteligencia y actitud aparentemente normal. Kasghar. 11 de agosto.