Altiplano Tibetano 2011

Salí de casa en Pekín, hacia Xian y a Sichuan, 17 días, en busca de Nico, con quien debía encontrarme en Deghe. Juntos estuvimos 20 días, después a Xining para coger el tren de vuelta a casa.

Milana como un Miura esperando el toque de clarines y timbales, sin conocer lo que se va a encontrar y deseando arremeter contra el más implacable de los imprevistos. De subir y bajar montañas. De saborear cada curva.

El viernes día 2 de septiembre de 2011 inicie el camino de Xian, por la G107. Desde Beijing 1100 km y 7 u 8 días para cubrirlo. fácil, valle, plano.

Una vez rebasado Xian, Milana se adentrara en el escarpado norte de Sichuan por la G108 camino de la verdadera aventura, ascensión hasta Aba a 3 mil metros y después un paso de 38oo m antes de llegar a Garze, punto de encuentro con Nico, un argentino que rodó desde su Buenos Aires natal a Shanghai hace varios años, después recorrió Australia, y de nuevo China, ahora vive en Chengdu, trabajando, disfrutando y preparando su viaje que desde el próximo 1 de junio 2012 le llevara a recorrer China hacia el norte, Rusia, Mongolia, Corea, Japón..... durante 3 años.

Desde Beijing a Garze 2200 km en 19 días! esa es la previsión y lo resultante no lo saben ni las ruedas de Milana. Una vez juntos recorreremos el Norte de Sichuan y la provincia de Qinhai, 1500 kms con solo 400 asfaltados y mas de muchos por encima de los 4000 m de altura.

Para ellos nos servimos de las recomendaciones de un chico holandés que ha recorrido mas de 300 mil kms en el Tibet, eso dice! y que nos ha recomendado rutas, caminos y pasos que no volverán a ser ciclados por muchos mas extranjeros además de el y nosotros. Esencial pura tibetana. Nómadas y ciclistas dispuestos a compartir todo porque ambos no tienen nada. Sera durico boludo
Una vez me separé de Nico, allá por la mitad de octubre rodare de nuevo en solitario camino de Xining. Qinhai Lake esta esperando! por la carretera mas inhóspita jamas conocida y cortando de norte a sur la provincia de Qinhai.
La vuelta Beijing desde Xining en tren. Ese es el plan! sobre la primera semana de noviembre quizás. He cambiado de trabajo, he aparcado de nuevo las clases de golf y mi novia vuelve en diciembre. Todos los dioses y astros se alían junto a mi.
Volveré a ducharme en plenitud de condiciones después de casi en 4000 kms en 70 días!
Para esta ruta han sido necesarias ciertos retoques de la montura. Nada grave y todo necesario, lo mejor es prevenir antes que curar o al menos estar prevenido para cuando algo decida romperse en el momento menos oportuno.
Solo tuve una avería seria rodando, fue atravesando el Pireo griego, la bici no podía avanzar, yo empujaba, un relámpago y en cinco minutos ducha gratis.
Las demás roturas han sido reparadas con cariño por cuantos mecánicos me he ido encontrando, desde el chico catalán que en su tienda me repuso los frenos, el japonés que me cambio un radio y el kazajo que me invito a un hotel hasta que al día siguiente pudimos reparar la cadena.
Los repuestos recibidos de Madrid fueron colocados con entusiasmo y devoción! En este caso son refuerzos para las alforjas traseras.En vez de dos enganches ahora cuentan con cuatro. Una vez mas agradecer a los sponsor su apoyo en estos momentos de crisis:
OS2O , chaqueta cortavientos, pantalon termico, camiseta termica, gorro y mascarilla. Gracias de nuevo, Rafa.
TV Guada, cámara Gopro y disco duro donde guardar lo grabado. I will do the best of me! Jesus, sere el Spielberg de la montaña. Ganaremos festivales seguro o a lo mejor no!
Y de nuevo gracias a ellos, se desviven por ayudar a su hijo a realizar lo que mas le gusta. Gracias!
En casa queda el equipo de logística, estarán alerta en todo momento para cubrir cualquier necesidad, para ayudar a solventar cualquier problema. Dormirán intranquilos! Lo se.

PRIMERA PARTE: BEIJING – SHIJIAYUAN – XIAN

La primera diferencia que encontré respecto al primer viaje en solitario por China, fue lo fácil que me resulto viajar hablando chino. Algo que en 2008 me trajo mas de un dolor de cabeza, porque las cosas mas sencillas que te puedas imaginar resultan obstáculos insalvables cuando no te puedes entender con nadie.

Durante este viaje, eso y la fotografía junto a mi novia china y la tarjeta de trabajo me facilitaron enormemente las cosas.

No fue fácil salir de Beijing, mucho trafico y pocas indicaciones. Buscando la G107 hacia Xian. Me mantuve todo lo que pude paralelo a la carretera una vez encontrada, por entre las casas, maizales y huertos hasta que no tuve mas remedio que unirme a la caravana de camiones. 125 kms el primer día para terminar durmiendo en un parque arropado con el saco y viendo las primeras estrellas. Al día siguiente, sobre las 5.30 de la mañana las mujeres que hacen ejercicios matinales entre asombros y risas me daban los buenos días. El segundo día dormí en una peluquería, pare, me lave, me afeite y la señora me dejo una cama,

Seguía rodando por la G107, con la vía del tren a la derecha y todo el comercio concentrado en la acera de la izquierda lo que me suponía cruzar cuando quería agua, comida o preguntar algo. Las bocinas de los camiones me despertaban del sopor de rodar sin alicientes.

En Shijiayuan, con 370 km de ruta busque la estación de tren, y la de autobús, mucha gente, poca información me hicieron acabar hablando con un pirata en un parque. El billete oficial vale 570 rmb, el me ofrecía llevarme a Xian por 400 y al final lo hizo por 300. Me monte en la furgoneta, me lleve a otro parque donde recogimos a dos personas mas, fuimos a otro parque para cambiar la furgoneta, y después en esa segunda a un polígono en las afueras, olía mal el asunto, cogimos una tercera, destartalada y con la puerta de atrás abierta porque con la bici no cerraba y fuimos a la autopista, esperamos en un área de descanso y llego el autobús repleto del todo procedente de Beijing. Le pague al pirata,300 rmb, que se repartieron entre el conductor del autobús y el. En 9 horas recorrí 800 kms. Llegue a Xian a las 5 de la madrugada, me dejaron en la cuneta de la autopista, lloviznando, en chanclas, pantalón corto y camiseta. La primera visión que tuve fue un hotel y allí me fui, en recepción pedí agua caliente y ocupe un sillón esperando el amanecer. Con la primera luz del día me fuí a ver la ciudad, estaba situado junto a la Pagoda, cuando un apretón me hizo hacer lo que ningún turista volverá hacer jamas. No había nadie, cogí el papel higiénico y me interne entre los setos.

Primer dia de descanso en Xian, lluvia, turismo y pinchitos en la calle musulmana. Poco que hacer en una ciudad tan turista, tan china, tan desarrollada.

SEGUNDA PARTE: GUANYUAN – GARZE

En autobús a Guanyuan, en la provincia de Sichuan, no queria más camiones ni sus bozinas. Aqui empezaron las interminables cuestas, los repechos de empujar la bicicleta y la hospitalidad extrema. 3 días de ruta para llegar a visitar Zidong, una ciudad donde no para nadie, donde la gente te mira sin parar, donde piden hacerse fotos, donde me corte el pelo por 6 rmb, y conseguí hotel por 50. Para llegar al hotel me guió una señora que decía ser cristiana, me pregunto de donde era y al decir español, ella dijo -como yo, yo también cristiana, quieres ir a la iglesia?

Aquella noche me acerque al parque, conocía unos niños patinando y ellos me llevaron a ver a su profesora de ingles, una chica de pueblo que vive en la ciudad que cada sueña en abandonar, me invito a cenar. De postre me dio pera, cuando la pele y la divide me explico que la pera en China no se puede cortar, porque es la fruta que simboliza el festival de otoño, simboliza la unión de la familia y debe estar siempre unida, no se puede trocear.

Avanzaba entre valles y montañas, cada vez mas verde y con ríos mas salvajes, torrenciales y llenos de fuerza, con el agua marrón de los sedimentos que arrastran. Una noche pare en un hotel en obras, llovía y al acercarme un chico pregunto, - can I help you?, fue un soplo de aire, hablaba inglés y me ofrecía ayuda. Allí dormí con los obreros en una habitación donde solo había cables, material de construcción y un colchón. En su habitación entre montañas de botellas de plástico, ceniceros desbordados, cubo de la basura desbordado de cascaras de pipas, paquetes de tabaco, envoltorios de noodles. Un perro hubiera dormido peor seguramente. Eran de Pinguo, un pequeño pueblo de Sichuan, prepararon una deliciosa y grasosa cena con tocino, loto y arroz.

Llovía, allí descanse un día, el cual me llevaron a visitar una enorme cueva no muy lejos, increíble, entre matorrales una pequeña entrada y después un sinfín de cascadas, saltos de agua, lagunas, peces en un agua cristalina y todo en una cueva.....

Seguía rodando, llegue a Maerkang, una ciudad escuela de la policía y de militares, allí fue mi primer control policial, mi primer chequeo. Mi primer encontronazo con un policía con un traje tres tallas mayor que el, e incapaz de leer un pasaporte en ingles, eso pensaría el aunque mi pasaporte esta en español.

Llegue a la ciudad, compre plátanos en un puesto callejero. Me llevo 10 minutos regatear el precio, al final 3 rmb 2 plátanos que me comi a la vera del rio. En un increíble paseo lleno de arboles que franquean el rio. A los diez minutos se acerco el señor del puesto y me regalo dos plátanos mas y me dio la dirección de un hotel por 30 rmb. Aquella fue la ultima ducha antes de volver a Beijing.

El hotel tenia la habitación mas estrecha donde haya dormido jamas, un local dividido para que entre contra mas gente mejor, mis vecinos eran unos monjes que iban de viaje y con ellos pasee la ciudad y cene un rico plato que aun no se el nombre. Eran las 11 de la noche, estaba derrotado, aquel día rodé 177 km y quería dormir. La televisión de mi vecino tenia un volumen brutal. A las 3 me desperté con el ruido de la televisión, golpee la pared, sali al pasillo, golpee la puerta y no obtuve respuesta, me volvia al saco esperando dormir y entonces se me ocurrió! Baje a la puerta del hotel y quite los plomos, deje al hotel sin luz y sin ruidos hasta las 8 de la mañana que me desperté y me marche.

Empezaban los pasos de montaña, por encima de los 3000 metros! Casas tibetanas, yaks, ríos, cascadas, cielo azul, todo el paisaje de ensueño...

Seguía ruta , en el pueblo anterior a la ascensión pregunte por comida, entre señas y aspavientos encontré el restaurante, allí conocí al profesor de inglés de la escuela de secundaria, el me invito a su casa y me llevo al colegio, al preguntar si podía hacer fotos, me dijo que no, que no quería tener problemas con el gobierno.

En Luhuo, el cielo estrellado me hizo cometer un error, querer hacer vivac, cene un delicioso plato de zaomian que abonaron los de la mesa contigua, y busque un sitio donde dormir. Las estrellas y la luna invitaban a no perderse aquel espectáculo, coloque la esterilla y el saco para disfrutar la noche y me dormi. A las 4 de la madrugada el rocío, el frío, la humedad me hicieron colocar la tienda y descubrir que en Sichuan, en septiembre, no se puede hacer vivac.

Camino de Garze, donde había quedado con Nico, un nuevo paso de mas de 3500 metros, junto a un lago, increíble! De bonito. Empezaban las primeras rampas, cuando vi una caseta y me dirigí a ella a pedir agua caliente, era la guarida del lobo y en ella caí, era la caseta de la policía. Me dieron agua y me senté en el porche. A los 5 minutos salió un policía de los que nunca mas volverá a pasar las pruebas físicas si es que alguna vez lo hizo. Le pregunte cuantos kilómetros a Garze y me contesto, - 30 dólares, yo dije, - 30 kms y replico, no 30 dólares. Me tome el cafe en silencio y me fui.

En la cima, mas de 3 horas después en el kiosco me querían cobrar 5 rmb por parar a descansar. Y me fui a descansar 30 metros detrás que es gratis.En 10 minutos me dijo que le hiciera una foto, se la hice y le dije que valia 1 rmb.

Llegue a Garze, compre cena y me fue a visitar el templo, allí los monjes se disputaban la mejor posición para toquetear a Milana y hacer preguntas, era una rueda de prensa sin turnos. Visite el templo y al caer la noche y aproveche la primera pregunta de donde iba a dormir, le dije que si podía acampar en la parte trasera. Se fueron a buscar al más mayor, supongo que el líder del grupo, me pregunto si tenía tienda y me dio un lugar para colocarla. Los monjes me ayudaron a colocar la tienda antes de cenar. Después de la cena descubrí el ¨pi yan¨, tabaco para esnifar que usan los monjes. La primera inyección me hizo estornudar y llorar. Entre las risas de los monjes lo probé varias veces más! A la mañana siguiente tenia los mocos marrones y duros, muy duros.

TERCERA PARTE: GARZE – XINING

Día de descanso en Garze, compre comida varias veces, visite algún templete y fotografíe a los monjes perigueños que recorren una ciudad demasiado turista. Uno de ellos me pidió dinero, me quede mirandolo fijamente y en chino conteste,- no puedo creer que si no tienes dinero y pides, puedas estar tan gordo y llevar unas Nike!

Más tarde pedí noodles y me cobraron 22 rmb cuando siempre valen 7 u 8, cuando reclame el camarero me trajo el menú en inglés.

Las 7 de la tarde, apareció Nico. 17 días solo! Y llegaba mi compañero. Le dije que comprara algo lo más parecido al pan, nos alejamos para acampar unos 15 kms del pueblo y saboreamos el paquete de jamón y el trozo de queso que guardaba en las alforjas desde Beijing.

Con Nico

Nico es tibetano, se convirtió en 2005 en el único templo oficial en Sudamerica, ha viajado por más de 100 países, habla español, inglés, alemán, chino y sichuanes! Sin duda sabe viajar!

El primer y soleado día me despertó a las 7 de la mañana, me dijo – vete recogiendo, me voy a fotografiar el templo que la luz del amanecer hay que aprovecharla.

No sabía la importancia de la luz para un fotógrafo y no sabía lo duro que es ser utilizado de trípode o de sujeción para el paraguas blanco mientras se utiliza el flash.

El tiempo no nos acompañaba, frío y sol por la mañana y lluvia y frío por la tarde noche. Eso cambio cuando rebasamos los 4000 m de altura y solo había frío y nieve.

Acampamos junto a los nomadas, buscando refugio del viento, estufa, algo de pan y leche de yak. Devoramos el chanba, una masa que se hace con harina de cebada, mantequilla, té y azúcar, deliciosa!

Sorprendía el numero de coches de policía rodando por el lugar. En una de las paradas, en una caseta de obreros de la etnia Han, que nos dieron coliflor con carne, hablamos sobre ellos. Ellos dijeron que es porque lo tibetanos son malos y problemáticos, al decir Nico que son buenos, uno de ellos dijo,- si, son buenos con vosotros, no con nosotros!

Lucha de etnias, de invadidos e invasores....

Al día siguiente pare en una tienda a comprar galletas, no me gustan los noodles instantáneos que es lo otro comestible que ofrecen las tiendas, la señora salió fuera a ofrecerme agua cliente, cuando estábamos sentados en un banco y se acerco un obrero Han, a comprar algo,- Laoban, Laoban! Llamando a alguien,

La señora ni se inmuto, no se movió, el pobre obrero chino se quedo sin comprar lo que quería, pagando las consecuencias de que su gobierno infrinja una colonización de un terreno que no es suyo. De que su gobierno inflige normas a los tibetanos, pago de impuestos, de que aprendan chino y abandonen el tibetano, de que abandonen la manera de vivir nómada, de que tengan edificios y vistan como en occidente. De que tengan motos y no caballos.

Rodamos hacia Manigango, y desde allí el primer puerto, de 40 kms de longitud y que nos subió hasta los 5050 m. Rodeando el pico Cho La,

El día siguiente fue de ensueño, 76 kms de descenso hasta Dege. Hotel de 30 rmb sin ducha. Plátanos, galletas, y Mian Kuai, mi primer plato de noodles con carne de yak. Y Mo Mo, bolas de harina rellenas de carne de yak, hervidas.

Seguimos la carretera g317 hasta la frontera oficial con Tibet, a partir de donde no pueden seguir los extranjeros sin pagar una fuerte suma y viajar con guía, a tan solo 2 kms de ella nos salimos del asfalto. Nos recibió el Yangze, el tercer río más largo del mundo y que abastece de electricidad a la mitad de China. Sendero recorriendo pueblos y cada vez caras más sorprendidas, recibiéndonos en sus casas. En Wan Bu Ding dormimos en casa de un lama. Paramos a comer unas galletas, recorrimos las embarradas calles y dimos con el. Nos invito a dormir en su casa después de tan solo 30 segundos de conversación, lo que alcanza nuestro conocimiento del tibetano.

Seguíamos junto al río, hacia Kasongdu. Sabíamos que los próximos días serian durísimos, que no había camino claro y solo teníamos la referencia de otro guiri que lo había transitado y decía que era transitable, lo había hecho en moto, y lo que es transitable para una moto no lo es siempre para una bici, cargada de alforjas.

Buscamos un tractor que nos hiciera llevadera la ascensión, pero solo nos subía una parte, hasta la mitad dijo. Por 100 rmb unos 20 kms. Nos subimos al tractor, arranco, y tan solo 100 m después vimos un templo y un poblado que invitan a no pasar de largo, le hicimos parar para pasar allí la tarde y quedamos con el para el día siguiente. Cuando se alejo tuvimos la sensación de que no volveríamos a verlo.

Recorrimos el poblado, la Lama, nos invito a su cabaña, hablaba ingles porque era hindú y allí estuvimos merendando pan con manteca y agua caliente. Al volver junto al templo los Lamas nos indicaron el camino a una especie de habitación para invitados, donde dormimos toda la noche con la luz encendida. Eramos 3, Nico, yo y una rata, dejamos la luz encendida para ella creyera que estábamos despiertos y no viniera, pero no se amedrento, recorría los cables de la luz y el techo como quien sabe el camino, sin duda era su lugar y no estaba de paso como nosotros.

Al día siguiente ni rastro del tractor y a subir por la ladera, empujando la bici durante 7 horas para avanzar menos de 16 kms, cuando caía la noche el cielo amenazo tormenta, yo iba primero y vi una caseta de leñadores. Me acerque, espere a Nico y entramos, mientras empezaba la lluvia y bendecíamos aquel lugar, preparamos la fogata y la cena.

A la mañana siguiente después de haber gastado toda la leña almacenada en aquel lugar, otras 3 horas empujando la bici y viendo casetas tibetanas, llegamos a la cima! A 4700 m.

El descenso impracticable, entre piedras y sorteando el río, dos veces tuvimos que descalzarnos y atravesar el agua helada. También es una magnifica opción de lavarse los pies y ponerse calcetines limpios.

En Luhuo acampamos de nuevo junto al río, junto al Yangtze y cenamos viendo estrellas mientras nos cubrían las nubes negras. La mañana siguiente traía mas ascenso y lluvia, camino embarrado, carretera de chocolate que frenaba las ruedas y minaba nuestro animo. En el ascenso vimos un camión atrapado en el barro que poco antes de la cima nos bocinó demandando la carretera para el solo. Le paramos y nos subimos, jejejje fue el trayecto mas corto en camión, unos 800 m mas tarde se paro y no volvió arrancar. El conductor y el ayudante se daban prisa en el arreglo cuando comenzó la lluvia. Teníamos frío, llovía y estábamos encallados en el volquete del camión. Decidimos bajarnos de él y ciclar, y tan solo media hora después el sol nos hacia de nuevo quitarnos toda la ropa. En Tibet las cuatro estaciones del año se pueden dar en un día, y este era uno de esos días. Quitamos el barro de las ruedas lavándolas en los charcos, porque los pegotes no dejaban trabajan el variador delantero y trasero, una faena cuando las carreteras tibetanas demandan el uso de todos los platos y piñones sin descanso.

Llegamos a Yushu, donde tan solo 14 meses atrás sufrieron un terrible terremoto, aún hoy la ciudad es un tremendo caos, lleno de tiendas de campaña, sin electricidad ni agua en muchas de las casas. Desolador el aspecto que encontramos! Gente sin sonrisas! Y no es para menos.

Mucho barro en la salida de Yushu y nieve. Mientras ascendíamos a ritmo de 6 km/h, paro un policía, yo al principio pensaba que se trataba de un control mas, pero.... era para ayudarnos, nos ofreció llevarnos hasta Zhiduo. Aceptamos.

Y empezó el show, un policía borracho, su nuera, un viejete y un niño mas nosotros dos en el coche. El policía bebiendo sin parar, paraba para saborear los últimos tragos de las cervezas y estampaba los cascos contra las piedras. Unos kilómetros mas tarde paro para lavarse la cara en el río y entonces yo dije – si quieres yo puedo conducir! El dijo -no problem, no problem, ...seguimos. Unos 10 kilómetros mas tarde, para, se sale del coche, abre la puerta de atrás, y dice – Dawei, conduce tu! , y allí estaba yo, conduciendo por el altiplano tibetano, una pick up, sorteando piedras, charcos, coches y camiones que invadían mi carril en sentido contrario.

Dormimos en su casa, allí nos dejo, para lavarnos y cenar y el se fue. Volvió 2 horas mas tarde con un aspecto lamentable, totalmente borracho, se fue de la habitación y jamas volvimos a verle.

Desde Qumalai, ascenso y tres pasos en un día, todos por encima de mas 4700 metros y descenso increíble ...

Entrando en un pequeño pueblo, miro a la derecha y un tibetano me hace el gesto de comer, hacia sol, la carretera bajaba, pero pare. Pan tostado y leche de yak, y para cenar un exquisito bol de arroz con leche de yak, que rellene hasta 3 veces. Una vez mas nos fuimos a dormir a las tiendas bajo un cielo estrellado que no hacia presagiar el terrible día siguiente.

Abro los ojos a las 7 de la mañana después de haber dormido caliente en saco. Vestido entero, con calcetines, pantalón térmico, camiseta, camiseta de manga larga y forro, pero al fin y al cabo calentito en el saco cuando veo una nevada de mas de 10 centímetros que cubría la tienda y la bici.

Desayunamos mas arroz con leche y seguimos ruta, ese día solo 50 kms terribles kilómetros y 18 de ellos para nada porque equivocamos el camino.

Reventados y congelados dimos con un templo sobre las 6 de la tarde, yo buscaba la estufa como Frodo su anillo cuando dijo el monje que allí no tenían agua caliente ni lugar donde dormir. Me quede sorprendido, congelado, paralizado y esperando a que Nico volviera de hacer fotos para marcharnos a otro lugar. Estaba esperando, cuando volvió el monje con agua caliente y una pequeña sonrisa, me invito a la caseta y me dio, leche de yak, chamba.... y me puso un vídeo con imágenes del terremoto de Yushu. Yo esperaba a Nico para irnos cuando aparecieron en un coche 4 chinos, cobradores de impuestos, trabajadores del gobierno creo! Seguro, ellos dijeron que si podíamos dormir allí y fue entonces cuando el monje acepto, como si recibiera una orden o un permiso para aceptarnos y nos preparo dos catres en la despensa.

Salimos de allí con fuerzas. Tan solo 5 kms después estábamos condenándonos de nuevo para cruzar otro río, otro puente roto que nos frenaba y nos hacia lavarnos los pies. Fue el primero, el segundo fue mas trágico, paramos, nos descalzamos, cruzo Nico y cuando yo estaba en medio del río, empujando la bici, con el agua helada hasta las rodillas, escucho - Boludo! tus guantes!, Me giro y veo mis guantes flotando río abajo, no podía ir a por ellos, sujetaba la bici, tenia las manos congeladas y me quedaba sin guantes (la próxima vez en el equipaje, guantes de emergencia)

Llegamos a Maduo, después de 6 días de ruta entre lagos, águilas, zorros, yaks, burros tibetanos, antílopes, mas águilas y ningún coche que nos pitara en el camino. Ruta idílica que invitaba a rodar! A soñar!

Antes de Maduo en una cabaña, una señora nos ofrecía una especie de morcilla, que yo no probé porque mi culo sufría los excesos de la dieta, pero devore el pan con mantequilla. Una mantequilla deliciosa que la mujer hacia en un barreño mientras nosotros tostábamos pan en la estufa.

Vuelta a la G214, una de la arterias de recorren la provincia de Qinhai. Junto a la G109 que une Lasha con Beijing. Mucho camión, añoraba el camino transitado. China esta en obras, un país con mucho dinero que se afana en construir tramos de autovía, no me estimulaban el seguir rodando por allí. Nos quedamos junto a la cuneta esperando un camión y paro uno que iba a a Xining. 60 kms mas tarde Nico abandonaba el camión en el cruce que le dirigía a Chengdu, donde vive, y yo seguía con ellos. 5 tibetanos y yo, en la cabina del camión. Para estar sobre la cama de atrás del conductor íbamos descalzos, lo que suponía un olor de pies simpático. 7 h y 380 kms más tarde llegue a Xining. La capital de Qinhai.

FINAL

Tenia dos opciones:

1, para una sola noche, coger hotel, ducharme y esperar el tren, o

2, Recorrer Qinhai, por la noche, solo, en bici.

Elegí la segunda opción, hasta las 3 de la madrugada visite callejuelas, comí pinchitos de cordero en los puestos callejeros y perdí un guante. Si! había comprado unos nuevos guantes , dos días antes y perdí uno. Tenia una mano congelada y me cambiaba el guante de mano cada media hora, una mano siempre congelada y la otra medio caliente. Vi un hospital y allí me dirigí, al entrar el conductor de la ambulancia, un doctor, y dos enfermeros fumando. En la recepción un humo increíble pero.....pregunte que si había llegado mi compañero, que el estaba enfermo, aunque yo viajaba solo. Me dijeron obviamente que no, pero que podía esperarle en una sala donde había una camilla. Me lave, me afeite y espere tumbado en la camilla la llegada de mi amigo imaginario. A las 8 de la mañana mi amigo no había llegado y me marche rumbo a la estación.

Por 208 RMB desde Xining a Beijing en tren, 1600 km, 23 h en asiento duro.

Toda una experiencia viajar en un tren chino de larga distancia. La basura desbordada en cada rincón, el olor a noodles instantáneos, el aseo del infierno, las cartas, las largas paradas en Lanzhou y Taiyuan, el humo de los imparables fumadores, el olor a sobaco y la tristeza de volver a casa.... hacen un cóctel insufrible.

El ultimo día del viaje llore, me hicieron llorar, vamos! En Xining, el personal de la estación no es tan amable como cabria de esperar y entre voces y malentendidos me hicieron facturar a Milana. Pague 70 RMB extras, cuando mas tarde en el vagón viajaban personas con bicis de montaña tan solo quitando la rueda delantera. El caso es que en la oficina en Xining, facture la bicicleta, la empaquetaron ellos, colocando un plástico para cubrir el manillar, un trozo de saco en el eje de pedalier y unas hojas de periódico en los pedales. Me despedí de ella y cuando llegue a Beijing el personal de la estación volvió a hacer gala de su limitada amabilidad, llegue a las 7 y a las 9 de la mañana aun no sabia nada de Milana, la rabia , el cansancio, la impotencia me hicieron derramar lagrimas! Encontré a una señora que me dijo que la bicicleta apareciera posiblemente en el siguiente tren, me fui a casa a ducharme que lo necesitaba después de que la ultima ducha fuera en Maerkang mas de 20 días antes,.... a las 3 de la tarde volví y se me iluminaron los ojos cuando la vi, en la estación, sin candar, esperando.

La lave, se lo merecía y la lleve a la clínica ( tienda) donde esta ahora, reparando un radio trasero, el trasportin delantero y una limpieza interior que sin duda se ha ganado.

Ya estoy pensando en cambiar para mejorar algunas cosas y piezas, esto no para, cuando va terminado una ruta se comienza a hablar de la siguiente.

Salí con 70,2 k de peso corporal y he vuelto con 66,9

Kilómetros totales: 2029

Días de ruta: 37

Desnivel acumulado: 16000 m

Bajas: trasportin delantero, raja en alforja trasera izquierda y un radio en la rueda trasera roto

Un pinchazo en la rueda delantera

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